Alicante es una ciudad que suele estar muy animada y concurrida durante los meses de verano. Sin embargo, lo que no mucha gente sabe es que septiembre podría ser una de las mejores épocas para visitarla.
Y es que cuando termina la temporada alta, Alicante ofrece unas tranquilas semanas de otoño que son ideales para visitarla con más calma y con menor afluencia de turistas. Y no solo eso, sus características playas y monumentos parecerán aún más impresionantes cuando tengas la oportunidad de relajarte y disfrutar de ellos con menor multitud.
¿Te tienta la idea? Descúbrelo todo sobre esta opción y organiza una escapada para conocer los encantos más secretos de esta ciudad mediterránea cuando termina la temporada alta.
El tiempo perfecto para explorar la ciudad
En otoño, Alicante se convierte en un refugio cálido y soleado en comparación con otras ciudades europeas, lo que la convierte en un destino encantador para explorar a pie. El final del verano y el principio del otoño son lo bastante suaves como para pasear por sus verdes calles, relajarse en sus playas de arena blanca o practicar deportes al aire libre sin tener que competir con los cientos de turistas que hay en verano.
Imagina tener tu próxima llamada de Zoom este septiembre desde la Colina del Castillo, con vistas ininterrumpidas y sin tráfico de turistas, frente a las torres y mazmorras reconstruidas de una fortaleza medieval. O imagina recorrer las muchas playas de su costa con un coche de alquiler en Alicante, parando a tomar el sol o incluso a darte un baño en una de ellas sin tener que luchar con las multitudes que suelen ocuparlas en julio y agosto.
Oferta cultural y gastronomía
Pero es que además, el final del verano alicantino es un momento en el que los acontecimientos culturales son múltiples y producen un ambiente perfecto para relajarte unos días. Generalmente desde finales de agosto puedes encontrar un calendario lleno de festivales de música, mercadillos de artesanía local y celebraciones tradicionales, por lo que tu visita nunca será aburrida.
Otra delicia que puedes experimentar cuando las masas se dispersan es la escena gastronómica de Alicante. Los sabores mediterráneos llenan las terrazas al aire libre y los acogedores restaurantes que te invitan a disfrutar de los cálidos rayos de sol de principios de otoño.
Y con las agradables noches de finales de verano, cenar en Alicante es una experiencia completa para todos los sentidos, desde la paella de marisco fresco hasta los vinos locales por los que esta zona es famosa.
Anímate a hacer una escapada
Un viaje a Alicante en temporada baja ofrece una mezcla singular de clima magnífico, serenidad y decenas de cosas que hacer. Desde explorar sus playas con cuevas y rincones secretos, hasta disfrutar del increíble ritmo cultural de la ciudad, parece que el tiempo se ralentiza con el final de la época estival.
Así que ya lo sabes: permítete descubrir Alicante en el momento perfecto, cuando todo lo bueno de esta parte de España brilla como nunca y te ayude a alargar unos días más una de las mejores épocas del año.