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Qué ver en Alicante ciudad y alrededores

Cualquier época es buena para visitar Alicante, sus pueblos y sus playas. Siempre y cuando te organices bien y seas consciente de que el calor aprieta durante el verano, y organizar tu viaje o tus planes con base a ello. En este artículo te contamos qué ver en Alicante ciudad y alrededores.

Tanto si visitas Alicante por unos días, un fin de semana, como si vas a pasar aquí tus vacaciones, aquí encontrarás algunos lugares qué no te puedes perder en la provincia de Alicante, y qué puedes ver en Alicante capital en uno o dos días, así como un buen número de planes y visitas si te quedas por aquí una semana o más.

Alicante no son solo playas, que las hay y de gran calidad, sino que también podrás encontrar lugares con gran encanto en plena naturaleza y de montaña que te sorprenderán, así como pueblos y ciudades de gran atractivo.

Alicante, capital de la Costa Blanca, es una ciudad acogedora y no muy grande, así que la podrás recorrer y conocer sus rincones más atractivos en uno o dos días. Pero en esta guía te proponemos, además, los mejores planes y los lugares que no te puedes perder si te decides a visitar también sus alrededores en una escapada de fin de semana.

Sigue leyendo si quieres descubrir todo lo que tienes que ver en Alicante este verano, los lugares imprescindibles que debes visitar y algunos rincones llenos de encanto que no mucha gente conoce.

Qué ver en Alicante capital, en uno o dos días

En este apartado descubrirás qué se puede visitar en Alicante si has venido por ejemplo a pasar un fin de semana. En nuestra selección están aquellos lugares que consideramos imprescindibles y que no te puedes perder si visitas Alicante.

Otra opción, que cada vez tiene más adeptos, es reservar un Free Tour en el que descubrirás los rincones con más encanto de Alicante con un guía local.

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La Playa del Postiguet

Esta playa está en pleno centro de la ciudad de Alicante, a los pies del Castillo de Santa Bárbara y junto al paseo de la Explanada. Es una de las playas más querida por los alicantinos y, si visitas Alicante, caminar por el paseo que discurre paralelo a la playa y sentarte en alguna de sus terrazas o chiringuitos a disfrutar del ambiente es algo que tienes que hacer para ir cogiendo el “pulso” a nuestra ciudad. Sin duda, uno de los mejores sitios que ver en Alicante.

El Castillo de Santa Bárbara

Muy cerca de la playa encontrarás, si miras hacia arriba, el Castillo de Santa Bárbara. Coronando los 166 metros de altitud del monte Benacantil este castillo fue concebido como una de las más grandes fortalezas medievales de España, desde la que se puede disfrutar de unas vistas 360º de la ciudad de Alicante.

El Castillo de Santa Bárbara esta considerado Bien de Interés Cultural desde 1961. Subir al castillo para visitarlo, pero sobre todo para disfrutar de las excelentes vistas, es algo que no puedes dejar pasar, ya que se trata de uno de los mejores sitios que ver en Alicante. Puedes acceder al castillo en ascensor, en taxi, a pie, en microbús o en coche.

Cerca del Castillo de Santa Bárbara también se encuentra el Casino Mediterráneo, que cuenta con una gran sala de juegos de casino e incluso torneos de póquer, aunque más pequeños que los que se encuentran en los típicos sitios de póquer en línea españoles.

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Casco Antiguo de Alicante

Uno de los recorridos con más encanto de la ciudad de Alicante es sin duda el que transcurre por el Casco Antiguo, núcleo urbano que constituye el centro histórico y cultural de la ciudad, así como a su vez el principal foco de las salidas nocturnas de los alicantinos y foráneos, que conocen esta zona como El Barrio. Un imprescindible que ver en Alicante este verano.

Durante el día, puedes disfrutar del Casco Histórico centrándote en sus fachadas y edificios antiguos, visitando sus primordiales monumentos como la Concatedral de San Nicolás o la Basílica de Santa María, descubriendo sus callejuelas o calles principales (como la Calle Mayor o la Calle Labradores) y paseando por sus originales barrios.

No te pierdas en tu visita del casco antiguo de Alicante la Concatedral de San Nicolás, en la Plaza Del Abad Penalva; la Basílica de Santa María, una iglesia de estilo gótico y barroco construida en el siglo XIII sobre una antigua mezquita ubicada en la encantadora Plaza de Santa María; el Ayuntamiento y Plaza del Ayuntamiento, cuyos orígenes datan del siglo XV aunque lo que hoy podemos ver es de principios del siglo XVIII; y la Calle Labradores, uno de los lugares ideales de la ciudad para ir de tapas o de copas y disfrutar del ambiente de sus terrazas.

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El Barrio de Santa Cruz

Mención aparte merece esta pintoresca y original zona que no puedes dejar de ver en Alicante si inicias una ruta por el Casco Antiguo. Te llamarán la atención sus casas, sus gentes y la sensación de estar, en vez de en una ciudad, en un pueblecito. La mejor hora para visitar el Barrio de Santa Cruz es al final del día, por la tarde cuando el sol se está escondiendo, ya que te cansarás mucho menos y podrás disfrutar de una espectacular puesta de sol desde las alturas y con vistas a la ciudad.

La Explanada de España

La Explanada de España es el paseo más emblemático de la ciudad de Alicante, por ello no es de extrañar que sea una de las zonas más dinámicas y con mayor actividad. Se caracteriza por su amplitud y por las más de seis millones de baldosas de mármol en color rojo, blanco y azul que simulan las ondas del mar, convirtiéndose en todo un símbolo de la ciudad. Date un buen paseo para esta arteria de Alicante para admirar la belleza de la Casa Carbonell, visitar el Auditorio de la Concha o los populares puestos de artesanía de los hippies, o bien disfrutar de una gran variedad de terrazas de restaurantes, bares y cafeterías.

La Isla de Tabarca

Si buscas qué ver en Alicante, no puedes perderte una excursión a Isla de Tabarca, la única isleta habitada de la Comunidad Valenciana. Esta encantadora isla de aguas cristalinas se halla frente a la ciudad de Alicante y puedes embarcar para visitarla, fácilmente, desde su paseo marítimo. Antiguo refugio de piratas berberiscos y posteriormente pueblo de pescadores, en la actualidad la Isla de Tabarca se ha convertido en todo un reclamo turístico que esconde muchos encantos: desde su patrimonio natural, declarado Reserva Marina del Mediterráneo debido a la biodiversidad de su flora y fauna, hasta su patrimonio arquitectónico.

Si vas a la Isla de Tabarca no dejes de visitar la Cueva del Llop Marí, al sur de la isla, un lugar idóneo para bucear y relajarse; la Iglesia de San Pedro y San Pablo, construida en 1770 y donde se encuentra la Virgen de Esclavo; La Muralla, construida en piedra y aunque algunos tramos están bastante estropeados todavía hoy se pueden apreciar sus tres puertas; la Casa del Gobernador, que en la actualidad alberga un hotel boutique con encanto; la Torre de San José, situada fuera del recinto amurallado, al este de la isla, cuyos orígenes se remontan a las construcciones llevadas a cabo en los siglos XIV y XV; y el Faro, inaugurado en 1854 y que sirvió de escuela de fareros.

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Pueblos y ciudades que ver en Alicante

La provincia de Alicante cuenta con algunas joyas repartidas por su territorio si estás buscando qué ver en Alicante este verano. Y aunque los pueblos y ciudades más conocidos están situados generalmente en la costa, en el interior también encontrarás algunas poblaciones que seguro que te van a sorprender. A continuación te proponemos algunos de los pueblos y ciudades con más encanto de la provincia si, además de de su capital, te interesa realizar alguna excursión para visitar los alrededores de Alicante.

Benidorm, la “Meca” del turismo

Ubicada a unos 48 km de Alicante, en la Comarca de la Marina Baja, la ciudad de Benidorm es uno de los destinos turísticos principales de la Comunidad Valenciana y la Costa Mediterránea. Por todos es conocido el Benidorm de los rascacielos, del sol y la playa, de los parques temáticos, de los espectáculos y la diversión, y solo por ver el skyline de la ciudad cuando te vas acercando por la carretera merece la pena la visita.

Pero también existe un Benidorm más típico con un relevante patrimonio, cultura y tradición. Quizás ésta sea la parte más desconocida de la ciudad para el turista que llega a Benidorm en busca de sol, playa y de diversión, así que a continuación te acercamos al Casco Antiguo de Benidorm, a ese «otro Benidorm».

Si visitas Benidorm por primera vez no puedes perderte la Plaza de Canalejas. Aquí se halla la antigua Casa Consistorial y muy cerca de esta encontramos una de las calles más tradicionales del casco antiguo, que recuerda al Benidorm marinero de antes: El Carrer dels Gats. También resulta interesante la visita de la Iglesia de San Jaime, del siglo XVIII, en el que se realizó el hallazgo de la Virgen del Sufragio (patrona de Benidorm).

Después recorre sus pintorescas calles, también en el siglo XVIII, en el que la ciudad comienza a crecer y a expandirse tras la construcción de nuevas calles como: Santa Faz, Condestable Zaragoza y Alicante, entre otras. Todas ellas forman el actual pintoresco casco antiguo de Benidorm. Y si además lo tuyo es tapear, no puedes perderte la llamada «zona de los vascos» en la calle Santo Domingo y alrededores, donde podrás encontrar un buen número de típicos bares repletos de tapas.

Por último, puedes finalizar tu visita en el Castillo-Mirador para admirar sus vistas y hacerte la típica foto de Benidorm. Esta fortaleza, utilizada para defenderse de las invasiones de piratas argelinos y berberiscos durante los siglos XIV, XV y XVI, se ubica en lo alto de la gran roca que divide las dos playas: Levante y Poniente. Hoy en día solo podemos apreciar algunos restos de las murallas que lo cercaron, que permanecen sobre las rocas del mirador, conocido con el nombre de “Balcón del Mediterráneo”.

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Villajoyosa, colorida y marinera

Villajoyosa está situada a tan solo 30 kilómetros de Alicante y ofrece una propuesta muy completa al visitante. La Vila Joisa (como la llaman en valenciano) es una más que recomendable excursión si visitas Alicante por unos días ya que encontrarás mucho que ver y que degustar. Y es que Villajoyosa sigue manteniendo su aspecto de población pesquera, aunque ahora se dedica fundamentalmente al turismo y, por ello, no echarás en falta una sugerente propuesta gastronómica.

Esta alegre villa marinera de fachadas multicolores es uno de los sitios con más encanto que ver en Alicante en verano, así que a continuación te proponemos algunos de sus lugares más emblemáticos. En primer lugar, sus fotogénicas casas con fachadas de colores o las casas colgantes policromadas sobre el río Amadorio. Desde el paseo marítimo, callejea por Carrer Arsenal, Carrer del Pal, Pou o Sant Pere para contemplar el paisaje multicolor típico de esta villa.

También merece un buen paseo el conjunto histórico-artístico del casco antiguo, que es Bien de Interés Cultural. Por ejemplo, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los tres ejemplos de Iglesia-Fortaleza existentes en la provincia de Alicante y perteneciente al gótico catalán; la Torre de Sant Josep, la mayor de las tres torres funerarias romanas mejor conservadas de España; las Torres Vigía del siglo XVI o el recinto amurallado.

Otra de las razones para visitar La Vila es su tradicional chocolate. Y es que desde hace varios siglos el chocolate es una de sus señas de identidad gracias a productores tradicionales como Chocolates Valor, la marca más conocida, pero no la única.

De hecho son varias las fábricas de chocolate de elaboración artesanal que, de generación en generación, llevan años en Villajoyosa: Chocolates Marcos Tonda, Chocolates Clavileño o Chocolates Pérez. Si eres amante del chocolate, no te pierdas las visitas guiadas a sus museos, donde podrás ver cómo han evolucionado los procesos de elaboración y degustar exquisitos chocolates.

Altea, la villa blanca

Altea es, sin duda, uno de los pueblos más bonitos de la Costa Blanca, así que se trata de un imprescindible que ver en Alicante este verano. A menos de 40 minutos de Alicante en coche, los rincones mágicos de Altea te trasladarán a un ambiente bohemio, donde se respira arte por todas partes. A continuación te recomendamos algunos lugares imprescindibles que visitar en esta bella localidad alicantina.

Si hay algo por lo que es famosa Altea es por sus calles de fachadas blancas y aceras de piedra. Durante el recorrido por el Casco Antiguo encontrarás a tu paso algunas plazas preciosas, como La Plaça de L’Aigua o la Plaza de la Cruz. Siguiendo el recorrido, en la zona más alta, está la Iglesia de la Señora del Consuelo, conocida como la Cúpula del Mediterráneo.

La Plaza de la Iglesia acoge en Semana Santa y durante los meses de verano la Mostra d’Artesanía de Altea, donde cerca de una veintena de artesanos de todo el país exhiben sus creaciones. Justo al lado de la plaza se halla un mirador, que ofrece espectaculares vistas a la bahía.

En el casco antiguo de Altea encontrarás además una amplia oferta de restauración, con numerosas pizzerías que ofrecen un ambiente muy acogedor para las noches de verano. O si lo prefieres, puedes acercarte a el Paseo Marítimo y el Puerto de Altea para disfrutar de un relajante paseo al lado del mar y degustar lo mejor de la gastronomía local en cualquiera de los numerosos restaurantes que encontrarás en esta zona.

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Denia, corazón de la Marina Alta

Denia está a tan solo una hora de Alicante en coche, y es una visita que no te puedes perder si buscas qué ver en Alicante este verano. Denia es uno de esos destinos que brilla con luz propia ya que ofrece playas de arena fina, preciosas calas y un gran patrimonio histórico, cultural y gastronómico.

Recorrer las calles de Dénia es toda una aventura, un viaje en el tiempo. Solo tienes que acercarte al Barrio Baix la Mar para trasladarte a su pasado marinero y contemplar unas casas muy pintorescas. Otro de los barrios que no puedes perderte es el de Les Roques. Aquí podrás descubrir parte de su legado. Les Roques formaba parte del Raval de tierra amurallado, era una zona de la ciudad árabe con sus casas de baño, molinos, hornos… Y, también, es la puerta de acceso al Castillo de Dénia.

Esta fortaleza, símbolo de la localidad, se remonta a la época islámica y está situada sobre una suave colina frente al mar y en el corazón de la ciudad. Si visitas la parte más alta, podrás vislumbrar unas magníficas vistas del Mediterráneo. En la actualidad, el castillo forma parte de un importante conjunto patrimonial en el que podrás encontrar el Museo de Arqueología de Denia. Visita también el convento de las Agustinas y la Iglesia de la Asunción, un templo que desprende una gran belleza, tanto en su interior como en su exterior.

Además, Dénia es una ciudad que ofrece una excelente oferta gastronómica en la que se fusionan los mejores productos del mar y de la huerta valenciana para crear platos de un alto nivel. El arròs a banda, l’espencat, el pulpo seco, la gamba roja o el suquet de peix son solo algunos ejemplos de la gran variedad y la riqueza de la cocina dianense. Recorre la villa y encontrarás numerosos restaurantes y terrazas en los que degustar sus platos más típicos.

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Guadalest, belleza en la sierra

A 73 km de Alicante, y a 15 minutos en coche desde Benidorm, se encuentra La Vall de Guadalest, un valle repleto de atractivos naturales y paisajísticos por estar enmarcado por imponentes sierras: al sur, la sierra de Aitana; al norte, la sierra de Xortà; al este, la sierra de Bèrnia; y al oeste, la sierra Serrella. Todo un clásico que ver en Alicante en verano.

En todas las poblaciones que forman parte de la Vall de Guadalest —Confrides, Abdet, Benifato, Beniardá, Benimantell y El Castell de Guadalest— persiste todavía la huella de la cultura árabe que pervivió durante siglos en estas tierras.

Declarado conjunto histórico artístico en 1974, las edificaciones y callejuelas de El Castell de Guadalest te transportan a otra época. En sus calles empedradas podrás encontrar tiendas con souvenirs, artesanía y productos típicos de la zona, como miel.

Si durante tu visita a Alicante te decides a hacer una excursión a Castell de Guadalest, no puedes perderte los siguientes lugares.

El Castillo de San José: una fortaleza enclavada sobre una prominente roca, la parte más elevada del municipio, y a la que solo se tiene acceso por un túnel excavado en la piedra. Las vistas al pantano y al valle, en especial en primavera y verano son espectaculares. El Castillo de la Alcozaiba: una fortaleza del siglo XI creada por los musulmanes y de la que solo queda una torre en ruinas. La Casa Orduña: una casa nobiliaria del siglo XVII en la que puede contemplarse mobiliario y decoración del siglo XIX, lienzos del siglo XVIII y XIX y una interesante colección de cerámica.

También resultan de interés, la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción: una edificación del siglo XVII de estilo barroco. La antigua prisión y el aljibe: ambos se encuentran en los bajos del Ayuntamiento. La antigua prisión data del siglo XII. Los museos: El Castell de Guadalest ofrece además una visita museística, con una gran variedad de museos, algunos muy curiosos, como el Museo de Microminiaturas o el Museo de Belenes y Casitas de Muñecas.

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Y si deseas acceder a una guía más completa de Guadalest, visita nuestro artículo Qué Ver en Guadalest este otoño.

Qué ver en Alicante: Costa y Naturaleza

Además de su coqueta y cosmopolita capital, la provincia de Alicante y Costa Blanca están salpicadas de estupendos paisajes tanto marinos como de interior. Y es que el litoral de Alicante atesora playas y calas imprescindibles si dispones de unos días, así como una serie de entornos naturales de gran belleza, tanto en la costa como en el interior, que consideramos de gran interés para completar tu visita.

Ha continuación te proponemos una selección de playas, calas y lugares en plena naturaleza que no puedes dejar de ver en Alicante este verano.

Playa del Carabassí

La Playa del Carabassí está situada en el municipio de Elche, en la provincia de Alicante y está considerada como una de las mejores de la localidad. Se trata de una playa virgen de arena fina y dorada y aguas tranquilas y cristalinas. Está compuesta por un sistema de dunas que combina dunas altas recientes, dunas fósiles y varios pinares creando un ecosistema de gran valor ecológico y medioambiental.

Esta amplia playa cuenta con una zona en el norte que está catalogada como playa libre, lo que quiere decir que se puede practicar el nudismo en ella. No obstante, no solo acuden personas naturistas y, durante los días de verano, puedes encontrar en ella una gran cantidad de gente con y sin bañador. Si la visitas, disfrutarás de su aspecto todavía “salvaje” y natural, lejos de edificaciones y zonas urbanizadas.

Calas del Cabo de las Huertas

El Cabo de las Huertas está situado entre las playas de San Juan y la Albufereta. Y es un tramo de costa que permite disfrutar de un día de playa alejado de los más concurridos arenales. Su singularidad ha convertido este rincón de Alicante en una zona naturista donde, si lo deseas, podrás tomar el sol y bañarte desnudo.

Es un entorno de enorme valor ambiental refugio de numerosas especies de aves, plantas y organismos marinos. El Cabo de las Huertas es un paraíso natural, una zona aún casi virgen del litoral alicantino que no te puedes perder si visitas Alicante. En este tramo de costa encontrarás numerosas calas entre las que cabe destacar: la Cala de los judíos, popularmente conocida como «La Calita», la Cala Cantalar, La Cala de la Palmera, o las Calas del Faro, a los pies del Faro del Cabo de la Huerta. Aunque lo mejor es que recorras la zona a pie y elijas la que más te guste.

Cala de la Fustera

La Cala la Fustera, ubicada en Benissa, es sin duda una de las mejores calas de Alicante, una pequeña playa de arena fina natural enmarcada por salientes rocosos que la protegen y embellecen, con una vegetación que se extiende hasta prácticamente primera línea de mar y con unos fondos cristalinos en los que destacan praderas de posidonia.

El principal encanto de la Cala de la Fustera es el entorno en el que está situada. Y es que si te das un paseo siguiendo la línea de la costa tanto a derecha como a izquierda descubrirás un paisaje formidable repleto de pequeñas calas escondidas entre las rocas espléndidas para el baño y para bucear. Además, si sales de la cala hacía el sur, puedes recorrer el denominado Camino Ecológico de Benissa, uno de los senderos de costa más bellos del Mediterráneo.

Cala de la Granadella

La Cala de la Granadella es, sin duda, una de las bonitas de la costa alicantina y, quizá por ello, los últimos años está demasiado concurrida, así que el acceso le resulta posible sólo a los más madrugadores. Y es que encontrar estacionamiento aquí se ha convertido en un objetivo casi imposible. Pero para muchos, entre los que nos encontramos nosotros, el madrugón bien vale la pena, ya que se trata de unos de los lugares con más encanto que ver en Alicante en verano.

Los tonos turquesa o esmeralda de sus aguas, según la incidencia del sol, y su excepcional entorno, entre acantilados rocosos, convierten a la Granadella en un rincón ideal, no sólo para el baño y el relax, sino también para disfrutar de la práctica de deportes acuáticos como el snorkel. Así que no te olvides de tu kit de buceo. Pero sobre todo nos gusta porque conserva un aspecto bastante salvaje y natural, lo que constituye su principal atractivo, así como la variada oferta de restauración con vistas.

Paseo Ecológico de Benissa

Se trata de una ruta, a menos de una hora en coche desde Alicante, que une la Bahía de Les Bassetes con numerosas calas de Benissa, y que sirve para observar las características geológicas y botánicas de la costa. Si hay un lugar que no te puedes perder en tu visita a Alicante es este, ya que es una preciosa ruta botánica y geológica en la que encontrarás algunas de las calas y acantilados más bellos de nuestra costa.

Esta senda, que se puede hacer por etapas, presenta un recorrido muy cuidado y fácil de realizar incluso con niños y va desde Calpe a Benissa. Generalmente, la mayoría de visitantes inicia el camino desde el Club Náutico Les Bassetes y el Restaurante Coral Beach Les Basetes, hasta la Cala Pinets, pasando por la Cala Fustera. El sendero cuenta con numerosos accesos, zonas de sombra, algunas con mesas para picnic, y además conecta con diversas calas de gran belleza a las que podrás acceder fácilmente.

Ruta del Faro del Albir

A tan solo 49 kilómetros de Alicante y entre Benidorm y Altea, esta ruta es de visita obligatoria. El Faro del Albir, situado en el parque natural de la Serra Gelada, tiene un fácil acceso asfaltado y señalizado que hace que su ascenso sea muy cómodo, especialmente si se va en familia. La ruta dispone de un amplio parking al final de las urbanizaciones de la Playa del Albir, donde se puede dejar el coche e iniciar la ruta caminando. Se trata de un recorrido de unos 5 km (ida y vuelta), que puede realizarse fácilmente en menos de dos horas. Otro lugar que no puedes dejar de ver en Alicante este verano.

Si te decides a realizar esta excursión desde Alicante, no puedes dejar de visitar los siguientes lugares de interés. Las balconadas, a lo largo del camino hay balconadas que ofrecen unas espectaculares vistas al Peñón de Ifach, la Cala del Metge y desde dos miradores se divisa una completa panorámica de la Bahía de Altea y los paisajes de la línea de costa de la Sierra Helada. La Cova de Bou, una gran oquedad natural en la umbría de la montaña conocida con el nombre de Boca de la Balena. La Mina de Ocre, una cala muy frecuentada por embarcaciones en verano, se hallan los restos de una antigua mina, conocida como la Mina de Ocre. Y, por supuesto, el Faro y sus preciosas vistas.

Fuentes del Algar

Las fuentes del Algar, situadas a menos de una hora en coche desde Alicante, ofrecen un recorrido por un circuito de unos 1.5 km. de longitud, en el que peñascos, aguas cristalinas y exuberante vegetación mediterránea se combinan dando lugar a un paraje de enorme belleza, muy apreciado por los amantes de la naturaleza.

Si te decides a realizar esta excursión desde Alicante no te puedes perder: los “Tolls”, un itinerario que pasa por seductores rincones como La Font del Moro y diferentes remansos de agua, denominados “toll”: el Toll Blau, el Toll de la Presa, el Toll del Baladre, el Toll de la Figuera, el Toll de la Parra y el Toll de la Caldera, un lugar ideal para tomar un baño en verano. La entrada a las fuentes incluye además del recorrido por el cauce del río una visita al Museo de Medio Ambiente, de gran interés didáctico, donde se puede admirar la gran colección de plantas aromáticas que crecen en las sierras de la comarca de la Marina Baixa.

El Valle de Pop

Valle de Pop, o Vall de Pop es un valle de la Marina Alta a poco más de una hora en coche desde Alicante. Se trata de un pequeño valle del interior formado por hermosos pueblecitos como Alcalalí, Xaló, Parcent o Benigembla. De tradición agrícola, son famosos los productos locales como los vinos blancos o las almendras, aunque actualmente cada vez recibe más visitas de residentes y foráneos que van a disfrutar de los excelentes pasajes rurales y de su gastronomía.

Nuestra recomendación, si te decides a realizar este excursión desde Alicante es que recorras en coche tranquilamente la ruta que va de Xaló hasta Alcalalí y disfrutes del paisaje. Además, para aprovechar aún más la Vall de Pop, camina por alguna de las rutas que salen, por ejemplo, desde Alcalalí entre almendros y naranjos. Por último, escoge alguno de los restaurantes de esta bucólica población para degustar algunos de sus platos tradicionales.

Hasta aquí nuestra selección de imprescindibles, pero puedes seguir descubriendo Qué Ver en Alicante y Costa Blanca aquí.

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