La relación turística entre Alicante y Francia

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Lo más probable es que al leer el titular te hayas quedado un tanto sorprendido. ¿Qué tendrá que ver Alicante con Francia? Pues mucho más de lo que puedas llegar a imaginar. Lo cierto es que los franceses se sienten (y mucho) atraídos por la Costa Blanca. Tanto es así que el turismo francés se alzó con el primer puesto, en cuanto a mercado internacional se refiere (si se excluye Benidorm), llegando a representar el 6,2% de los turistas que llegaron a esa zona de Alicante en años pasados.

Y, en realidad, no es de extrañar, porque una representación alicantina viajó a Francia con diferentes agentes de turismo para presentarse como una alternativa turística más que interesante. Parece ser que esta estrategia sí que funcionó.

Por su parte, los alicantinos también se ven seducidos por sus vecinos del norte y no es de extrañar si se echa un vistazo, por ejemplo, a la guía de Provenza y todo lo que tiene este lugar que ofrecer. Si estás leyendo esto lo más probable es que seas español, por este motivo vamos a darte motivos suficientes para que quieras viajar a Francia.

Nos hemos querido centrar en la Provenza porque es sinónimo, en mayúsculas, de vacaciones y descanso. Lo cierto es que aquí cualquiera que sea el viajero acabará sorprendido.

Para empezar cuentan con una importante cantidad hotelera (y los hoteles en Provenza son para todos los gustos, estilos y bolsillos). Tiene también colinas que son el deleite máximo para aquellos que requieren de un lugar de descanso donde desconectar y recuperar fuerzas para volver a la rutina (con increíbles campos de olivos y lavanda, además del magnífico cañón del Verdon). Por supuesto, no pueden faltar sus playas. Esos lugares en los que la arena fina se funde con el visitante y le ofrece un estupendo paisaje, un relajante sonido de fondo y la opción de darse un chapuzón si el tiempo acompaña.

Pero no solo tiene lugares para relajarse. En Provenza se puede llegar a sitios que hacen las delicias de quienes lo visitan, como es el caso de los pueblos colgados de Luberon, la pequeña ciudad de Sain-Rémy-de-Provence, las antiguas arenas de Arles o la ciudad antigua de Aix-en-Provence.

Además de la vista, Provenza es capaz de seducir a través de otro sentido. En esta ocasión, el gusto. La gastronomía local es verdaderamente apreciada, ya que cuentan con tradiciones ancestrales que la hace única. En todos sus mercados se pueden ver sus especialidades (como el cordero de Sistreon, la miel de la Provenza, el aceite de oliva o el tian).

En el otro sentido, los españoles tampoco se quedan atrás y ofrecen, justamente, lo que buscan los franceses. Aquellos que llegan a Alicante se suelen encontrar con buen tiempo (sobretodo, en temporada alta, pero su temperatura media anual es de 17º). Sus playas son también un gran atractivo (aguas azules y arena blanca esperan a los visitantes). La gastronomía es otro de sus fuertes (y nada que envidiar a los franceses). Aquí los arroces se sirven de muchas formas distintas, a cada cual, más apetecible. Y, para los más curiosos, cuentan con el castillo de Santa Bárbara, toda una fortaleza.